Las razones para cambiar el Código de Proceso Penal
“Tenemos un Cerro Chato, un Arroyo Seco, un Penal de Libertad con personas
inocentes presas y personas culpables sueltas “ dijo el Fiscal de Corte Dr.
Jorge Díaz
(Montevideo,
por Aldo Roque Difilippo/enviado) “Los periodistas llegaron para
quedarse y van a ser como un archivo adjunto que tendremo que cargar por el
resto de nuestros días” expresó el Dr. Jorge Díaz, Fiscal
de Corte y Procurador General de la Nación al referirse a los cambios que se
vienen instrumentando en el Poder Judicial y especialmente en
lo que tiene que ver con la comunicación y difusión de los casos. Recordando
que el nuevo Código de Proceso Penal que, entre otras cosas, modifica el
sistema de audiencias judiciales, convirtiéndolas en públicas y orales,
significará, entre otras cosas que “los periodistas tendrán acceso
al juicio, pero no a la investigación” por tanto “andará por ahí el Sr. Fuentes
(ironizó) dando vueltas”. El Fiscal de Corte comentó que “nosotros
no vamos a optar por la instancia del vocero” tal como lo tiene la Suprema
Corte de Justicia para relacionarse con la prensa. Ya que entiende
que deberá ser el propio Fiscal que intervenga en los casos
quien mantenga ese vínculo con la prensa, considerándolo “un
tema ético” ya que “tenemos que aprender a recibir críticas”. Comentando que si
el Presidente de la República, los Ministro o los Directores de Entes públicos
reciben críticas por su función “quienes somos nosotros para no
recibirlas”. Adelantando “vamos a ser muy cuestionados”.
El
desprecio de las víctimas
Díaz
expresó “¿Por qué es importante cambiar el proceso penal? Parece una
pregunta de Perogrullo pero es importante que los
comunicadores sociales lo tengan claro para que lo puedan trasmitir de
alguna forma a la ciudadanía, puesto que parte de la ciudadanía no concibe no
ve el funcionamiento del proceso penal como un problema. Más bien la
ciudadanía apunta al tema de la seguridad o la inseguridad cuando
hablamos de estos temas y no a un tema de eficacia o de garantías
procesales y personales. Nosotros tenemos un Código de Proceso penal que
es inquisitivo. Es un proceso escrito, reservado, que hemos heredado de las
leyes de España y que hemos adecuando a lo largo del tiempo pero que en
lo sustancial sigue siendo exactamente lo mismo. Este Código de Proceso Penal
ha fracasado rotundamente. En primer lugar ha fracasado frente a la víctima,
porque no respeta, no ampara ni reconoce a la víctima. Es más, ni siquiera la
trata como un sujeto de derecho, la trata como un objeto de prueba. No le
reconoce ningún derecho, no la ampara, y yo diría que muchas veces
la ignora. Y en algunos casos hasta la desprecia. Es decir, frente a la
víctima del delito, este proceso nuestro de hoy ha fracasado rotunda y
completamente. Pero a mi juicio ha fracasado frente a los victimarios a quienes
encierra sin sentencia en cárceles que no son las más adecuadas. Las cifras del
Comisionado Parlamentario, para no tomar ni las de la Corte ni la del
Ministerio del Interior, indican que el 64% de la población carcelaria
del país no tiene sentencia condenatoria. Son cifras
record mundial prácticamente. Entonces hemos fracasado frente a las
víctimas. Hemos fracasado frente a los victimarios, y además hemos
fracasado en la eficacia y en la eficiencia de la persecución penal”.
Selectivo
con los pobres
“Todos
sabemos que el sistema procesal penal es selectivo. Que apunta
básicamente a los delitos que cometen aquellos sectores de la sociedad
más desprotegidos. Si uds. van a cualquiera de nuestros establecimientos
carcelarios se van a encontrar que la enorme mayoría de las
personas privadas de libertad son jóvenes, pobres, con muy escasa
formación cultural; en general pertenecen todos al mismo segmento social.
Es decir la selectividad del sistema es alta”.
Más
adelante el Dr. Díaz agregó “no estoy haciendo una crítica desde la atalaya, ni
mirando la realidad por binoculares, estoy haciendo una crítica en base a
lo que he vivido durante los últimos 20 años. O sea soy partícipe de ese
fracaso, no porque los operadores seamos ineptos. Es porque el diseño del
sistema está mal. En esta sala está presente el juez más rápido del país,
Luis Dante Charles; y fue el juez más rápido durante los últimos 20 años,
mientras fue juez de primera instancia. Sin embargo los mismos indicadores
se le aplicaban a él. Porque el sistema parte de la base de que una persona es
inocente y que es procesada, se la procese sin prisión. Pero luego, si
durante el proceso es liberado, aun cuando le salga una sentencia condenatoria
a la pena máximo no va a la Cárcel. Entonces tenemos un sistema que tiene
el 64% de las personas privadas de libertad sin sentencia y tenemos cerca de un
90% de personas que están condenadas y que están sueltas. Es decir,
tenemos un Cerro Chato, un Arroyo Seco, un Penal de Libertad con personas
inocentes presas y personas culpables sueltas. Esta es la conclusión final que
hay que hacer de este sistema. Si alguien se lo puede explicar a
Doña María y a Don José yo les pago. No lo entiende nadie. Pero además tenemos
otra cifra reveladora, el 98% de las penas que se dictan en el Uruguay son de
condena. Solamente el 2% de absolución. Yo le preguntaría a los Señores Jueces
y a los Fiscales que están presentes y a la Señora Defensora si esto se
da porque tenemos unos Fiscales que son unos fenómenos y que logran sentencia
de condena en todos los juicios y los defensores son todos unos burros. No.
Esto se da por la sencilla razón de que quien realiza la investigación es
el Juez con el agravante que el mismo Juez es el que dicta la sentencia.
Es
un problema del Juez. No, el Juez lo que hace es aplicar la Ley según su real
saber y entender. Me consta que el sistema ha funcionado y ha descansado sobre
las espaldas de los operadores y en particular de los jueces, sino hace
ya mucho tiempo que se hubiera ido totalmente de madre. Si todavía sigue es por
eso, porque los jueces han más o menos con ponderación y prudencia han tratado
de aplicar un sistema que es absolutamente irracional”.
Vulnera
los DDHH
Insistiendo
el Dr. Díaz “¿por qué hay que cambiarlo?” al Código de Proceso Penal, porque
“además, si Uruguay fuera demandado ante una Corte internacional por vulnerar
los Derechos Humanos en juicios, lo pierde 13 a 0. Uruguay sería condenado ante
la Corte Interamericana de Derechos Humanos si fuese demandado por su proceso.
De hecho ya la Comisión lo observó en el caso Peirano por el tema de la
prisión preventiva. Pero si fuera demandado no tengo ninguna duda
seríamos condenados por la prisión preventiva, seríamos condenados porque
el mismo Juez que investiga es el que dicta sentencia, se está vulnerando el
proceso de imparcialidad, etc. etc. Entonces, tenemos que cambiarlo.
Necesitamos cambiarlo”.
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