sábado, 18 de enero de 2014

Encuesta Mundial de Salud Adolescente revela necesidad de mayor involucramiento familiar



Exceso de peso y mala alimentación, estudio sobre las agresiones y el consumo de drogas son los indicadores evaluados.



MERCEDES
ALDO DIFILIPPO


El exceso de peso es el principal problema de nutrición de los adolescentes uruguayos de entre 13 y 15 años, quienes tienen mayores hábitos saludables si comen frecuentemente en compañía de sus padres. El Ministerio de Salud Pública (MSP), el Observatorio Uruguayo de Drogas y el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) presentaron la segunda Encuesta Mundial de Salud Adolescente en la que revelaron importantes datos sobre diferentes áreas de la salud.
Para la encuesta se entrevistó a un total de 3.500 adolescentes que asisten a 50 liceos públicos y privados de Montevideo y del interior del país.
El informe se divide en 10 capítulos que hacen referencia a nutrición, salud sexual, vínculos y relación con pares y con la familia, higiene, consumo de alcohol y drogas, salud mental y violencia, entre otros.
Mala alimentación. El estudio revela que sólo un 24% consume frutas y verduras de acuerdo a la recomendación para esa edad.
Los datos sobre nutrición revelaron información preocupante sobre los hábitos alimenticios poco saludables de los adolescentes. Sólo un 24% consume frutas y verduras de acuerdo a la recomendación para esa edad, mientras que un 71% consume a diario refrescos azucarados, un 36% no desayuna y el 74% consume menos de dos veces al día productos lácteos.
El exceso de peso es el principal problema de nutrición de los adolescentes ya que un 26,6% de los estudiantes presenta sobrepeso u obesidad. La encuesta revela que aquellos estudiantes que comen en compañía de sus padres con mayor frecuencia consumen más frutas, verduras y lácteos y desayunan en mayor proporción.

Suicidios y agresiones

En el capítulo referido a intentos de suicidio, se advierte que la tasa de mortalidad en Uruguay es de 11 cada 100 mil adolescentes y jóvenes, una de las más elevadas del continente. No existen diferencias entre los que viven en hogares monoparentales y los que viven con ambos padres, y presentan mayor proporción de intentos de suicidios en algún momento de la vida aquellos que en el último mes dicen haber estado tristes, solos y no están conformes con su manera de ser.
Un 16 % de los encuestados ha sido víctima de una agresión en el último año, un 19 % fue intimidado al menos una vez en el último mes, al tiempo que un 33 % tuvo al menos una lesión grave en el último año por caídas, por haberse golpeado con algo o por accidentes de tránsito. En relación a abuso sexual, un 2,3 % respondió haber sido forzado a tener relaciones sexuales.

Drogas
En relación a consumo de drogas, 7 de cada 10 estudiantes han consumido alcohol alguna vez en su vida y la mitad de los estudiantes lo consume habitualmente.
El consumo de tabaco disminuyó sensiblemente entre los estudiantes de 2º y 3º del Ciclo Básico y 1º de Bachillerato diversificado; situándose en 13% en 2012. El consumo de marihuana es de 13,3% entre los adolescentes, al tiempo que el consumo de otras drogas como cocaína, pasta base o éxtasis, es marginal y generalmente experimental en esta población.


Recomendaciones generales
El estudio dedica un capítulo final a realizar recomendaciones generales a las familias, al sistema de salud y educativo y al Estado.
Hacia las familias, las recomendaciones se centran en la importancia del involucramiento familiar en todas las áreas de la vida cotidiana de los adolescentes; la necesidad de contribuir a la creación de un clima favorable para la conversación y escucha sin prejuicios; estimular la participación de los adolescentes en actividades grupales y con sus amigos; observar signos de preocupación, soledad, baja autoestima, tristeza y estimular la crianza no machista.
Hacia el sistema de salud, se recomienda reforzar la continuidad de la atención de salud entre niñez-pubertad-adolescencia y entre niveles de atención; difundir y profundizar los derechos en la atención de salud: la confidencialidad, privacidad y la autonomía progresiva, detectar situaciones de violencia y extender estrategias, como las consejerías en los centros educativos.
Hacia la educación, proporcionar alimentación saludable en los centros educativos; detectar e intervenir en situaciones de bullying y otras formas de violencia y discriminación; estimular la participación de las familias u otros referentes en la vida del centro educativo; profundizar la educación sexual (ley 18.426).
Hacia las políticas públicas, acompañar el crecimiento y desarrollo fortaleciendo los espacios de participación e inclusión juvenil; realizar campañas de publicidad que favorezcan buenos hábitos de consumo en cuanto a alimentación, alcohol y otros consumos, y universalizar el acceso a actividad física y deporte.





PERIODICO CENTENARIO, 15/ENERO/2014

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