En
Liceo Nº 1
Colocaron
placa en homenaje a Carlos Cabezudo
MERCEDES
ALDO
DIFILIPPO
Homenajearon
al Prof. Carlos Cabezudo colocando una placa en el Liceo Nº 1 de Mercedes,
donde dictó clases. Cabezudo es uno de
los 10 sorianenses detenidos desaparecidos en la pasada dictadura cívico-militar. Fue detenido ilegalmente en
1977 en Buenos Aires, y sus restos todavía hoy no han podido ser localizados.
El
pasado viernes, en el patio de acceso al Liceo Nº 1 de Mercedes, se realizó un
acto en el día del trabajador de la Enseñanza detenido desaparecido.
“Aquí
enseñó el Profesor Carlos Cabezudo
Pérez. Luchador social, víctima del terrorismo de estado y del Plan Cóndor, que
asoló el Cono Sur. Nacido el 27 de abril
de 1948. Detenido Desaparecido el 30 de diciembre de 1977”, expresa la placa
colocada en el patio de acceso del Liceo
“José María Campos”, reza la placa
que fue descubierta con su
imagen. En la oportunidad el prof. Ramón Hernández, Presidente del gremio de
profesores recordó la figura y trayectoria de Cabezudo, quien además es un
recordado ajedrecista del medio.
En
el suelo, sobre las baldosas, un par de
tableros de ajedrez rememoraban esa etapa de su vida, con una sugestiva frase:
“El profe se la jugó”. En otro sector
del patio, algunos libros y unos lentes
negros de cartón, imitando aquellos gruesos
lentes que usaba.
“Este
acto se enmarca en una política pública que implica, que implica señalar
con actos de gestos concretos lugares y
fechas que hacen referencia a las
violaciones a los Derechos Humanos en nuestro
pasado reciente” comenzó diciendo el prof. Ramón Hernández en su
alocución. “Para nuestra comunidad educativa es un acto de justicia, puesto que alguien que fue
miembro de ella, sufrió uno de los peores vejámenes ante
lo que no podemos ser
indiferentes ni neutrales. Para muchos de nosotros es un deber, un acto lógico y natural hacia Carlos Cabezudo, y
representado en él hacia todos los
detenidos desaparecidos, entre los
cuales hay muchos de Soriano”.
En
tanto Fernando Cabezudo, sobrino
de Carlos, reflexionó sobre este reconocimiento que pauta
“un antes y un después, en la medida que en un edificio público que es
propiedad del Estado del Uruguay donde yo me formé, y siguen pasando
chiquilines por acá exista un
reconocimiento”, en ese esfuerzo “permanente y continuo de recordar a
los que están desaparecidos. Que no están muertos, están desparecidos”. Al
dialogar con Centenario Fernando Cabezudo
agregó “estas instancias siempre son muy fuertes, porque no se recuerda algo que esté muerto,
se recuerda algo que no está. Eso siempre pega mucho”. Remarcando “acá el tema
es nunca más. Esto toca a una familia pero nos toca a todos”.
PERIODICO
CENTENARIO, 4/AGOSTO/2014
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