El Tala
·
La policía ya tomó
intervención.
MERCEDES
ALDO DIFILIPPO
Un nuevo
caso de fumigación en una zona cercana a una Escuela fue denunciado ante la
policía que tomó declaración a las partes involucradas. Esta vez el hecho se
registró en la Escuela N º
26 de paraje “El Tala” donde un mosquito fumigador realizó dos pasadas a apenas
10 metros
de los salones de clase, en un campo sembrado de soja. El hecho ocurrió el 8 de abril pasado, y fue denunciado de inmediato
por la
Maestra Directora de la Escuela N º 26 en el
destacamento policial de El Tala, dependiente de la Seccional 12ª de Palmar,
aunque hasta el momento no había trascendido, conociéndose a través de uno de
los habituales comunicados de la
Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América Latina (Rap-Al).
“El pasado 8 de abril en la escuela número 26
que se encuentra en ruta Nº14 km 65, camino vecinal al paraje "El
Tala", departamento de Soriano fue fumigada, a las 8 y 30 hrs.”, expresa
el comunicado de Rap-Al). “Un mosquito fumigador realiza dos pasadas a unos 10 metros de los salones
en un campo de soja que se encuentra a pocos metros del alambrado de la
escuela. La maestra directora hace la denuncia correspondiente en la seccional
policial y pone en conocimiento a sus superiores de lo ocurrido.
En el patio de la escuela se han observado
mulitas medias muertas y dos de los tres gatos que tenía la escuela murieron.
Se vio como éstos poco a poco empezaron a arrastrarse hasta que murieron. El
tercero va por el mismo camino agrega la maestra directora. Cabe agregar que
las fumigaciones se hacen a pocos metros de donde se encuentra el tanque de
agua”.
- - - - -
Mata, por lo tanto es un toxico
“Un
veneno que se utiliza en la agricultura”
María Isabel Cárcamo de Rap-Al Uruguay expresó
enfáticamente “es importante hacer una denuncia y tener claro que a lo que estamos expuestos es
a veneno”. En diálogo con Centenario
Cárcamo se lamentó pues detrás de este
silencio, ya que hay muchos casos que no se denuncian, “al final sí es una cuestión económica”.
Se volvieron a
suscitar en Soriano denuncias por fumigaciones cercanas a una Escuela rural.
¿Qué puede hacerse para evitar ésto? Más allá de las denuncias puntuales que se
han registrado.
-Primero quienes son los que deberían tener la
responsabilidad de lo que está sucediendo son las autoridades.
Principalmente el Ministerio de
Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP). Pero
la Dirección General
de Servicios Agrícolas del MGAP ellos no pueden andar recorriendo todo el país
y ver si están fumigando cerca de las Escuelas. Eso es entendible que no puedan estar porque es
imposible. Dijeron que iban a tomar
otras medidas y que iban a controlar las fumigaciones a través de
satélites. La verdad que no se si
empezaron a aplicar ese sistema o no. Lo que si
se sabe es que se sigue fumigando al lado de las Escuelas, porque las plantaciones están al borde de las
Escuelas. De la única manera que las autoridades sepan lo que está sucediendo es que las mismas maestras, o
padres hagan la denuncia cuando hay
fumigaciones. Hay una regulación que
está prohibido fumigar en forma
terrestre a 300 metros
de una Escuela rural, y en forma aérea a 500 metros . Igualmente cualquiera de las dos distancias tampoco va a
prevenir que no llegue el veneno a las
Escuelas, pero por lo menos es algo. Y el tema es que no se está cumpliendo.
El Ministro Tabaré
Aguerre en reiteradas oportunidades ha dicho que no debería decirse agrotóxicos
sino agroquímicos. Que agrotóxicos es cuando se aplica mal el producto, y que
el producto en si no es malo.
-Nosotros lo definimos como agrotóxico porque
es un tóxico que mata. Un veneno que se utiliza en la agricultura. Si se usa
una cantidad u otra igualmente es un
veneno porque está diseñado para matar
un insecto, un hongo, una hierba que no se desea tener en el cultivo.
Mata, por lo tanto es un toxico.
El Ministerio ni siquiera le llama agroquímico,
sino que le llama Fitosanitario, porque protege a la planta. Protege a la
planta pero es un veneno.
El que vive en el
campo sabe las consecuencias que tienen estos productos. No para nosotros que
vivimos en la ciudad y estamos más alejados del tema. A quienes vivimos en la
ciudad nos llama la atención, ¿por qué
el silencio en todo este tema de
no denunciar el mal manejo de estos
productos? ¿Solamente por un tema económico?
-En cierta manera termina en una cuestión
económica. Porque muchas veces cuando se hace una denuncia también hay una exposición, y el exponerse
también puede tener consecuencias económicas
de que el trabajo que hacías ya no lo haces más y te dejen sin trabajo.
Eso es muy claro. Al final sí es una
cuestión económica. Y no voy a decir que
la gente se siente amedrentada, quizá alguna si, pero ya como se ha convertido
en una costumbre de anda la avioneta o anda el mosquito, ya ha empezado a ser
parte del escenario del interior, pero eso no es normal. Porque lo que tenemos
que tener muy claro que esos son venenos y que de una u otra manera ese
veneno nos está contaminando a las
personas que viven cerca y están siendo fumigadas directamente y están contaminando el aire, el suelo y el
agua. Por eso es importante hacer una
denuncia y tener claro que a lo que
estamos expuesto es a veneno.
PERIODICO CENTENARIO, 11/MAYO/2013
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