domingo, 2 de julio de 2023

“La organización sindical es una forma de preservar esa lógica de lo colectivo”


Dijo la prof. Sabrina Alvarez  analizando  la  herencia que dejó la  Huelga  General de  1973 en respuesta a la dictadura. “Por ahí cambió lo que más  moviliza  o sensibiliza  a  la gente. Pero yo no  afirmaría  tan  a rajatabla  que  no  hay  perspectiva  de movilización”.

 

 

Los prof. Sabrina Alvarez y  Javier Correa   brindaron, el fin de semana pasado, una charla sobre la Huelga General de  1973, al cumplirse  50 años de  aquella histórica movilización en respuesta al golpe de  Estado.

Álvarez  y Correa  dialogaron con  @gesor sobre aquel hecho histórico y el actual movimiento sindical uruguayo. “El mundo cambió mucho  y la  clase trabajadora también es  muy distinta a la de esa época”.  También cambió  “lo que más  moviliza  o sensibiliza  a  la gente”, reflexionaron.

 

 

A  50 años de la  Huelga General, ¿cómo explicarle a las nuevas generaciones lo que fue aquella movilización, y qué significó para la democracia que vivimos hoy?

Javier Correa: -“Fue  el inicio de una medida  que se había resuelto tiempo atrás, lo que marca  que el  golpe de Estado  un fue una novedad, sino que era una posibilidad  y por eso en el correr de  ese mismo día  se logró poner en práctica  una manera  fuerte  de las personas sindicalizadas, pero que convocó a un montón de gente  más y que se desarrolló hasta  el 9 de  julio, en buena parte del país”.

 

Hoy, a  50  años de aquella  movilización, ¿qué queda en el movimiento sindical?

Sabrina Alvarez: -“Queda la memoria de eso como un  hito fundamental  en la historia del movimiento sindical uruguayo”…

 

Te lo planteaba en que era una forma distinta de relacionarnos  que en décadas anteriores.  Hoy  habitualmente se  dice la gente está menos movilizada, participa menos.

-“Bueno, eso ameritaría toda una reflexión y un estudio más  sistemático para hacer comparaciones. El mundo cambió mucho  y la  clase trabajadora también es  muy distinta a la de esa época,  y las  formas de  organización   y las  problemáticas van cambiando. En otra  actividad hablábamos de eso, qué  es  lo que moviliza  a los jóvenes,  y en realidad son otras problemáticas.  Lo que creo  que hay es un cambio muy grande  en una sociedad que estaba  más habituada  a lógicas  de  solidaridad y de  accionar colectivo,  a una  sociedad que se ha ido construyendo desde  la dictadura, y hacia los  80 y los 90  mucho más individualista.  Pero justamente la organización  sindical es una forma de preservar esa lógica de lo colectivo, pero  claramente es  mucho más chica de lo que era en aquella época, porque también  hay menos cantidad de trabajadores asalariados, han cambiado las formas  de trabajo   y por eso  ha cambiado las  formas  de organización”.

 

¿La comparación  podría ser la movilización que hicieron los chiquilines del  IAVA?,  que queda ese  germen todavía.

-“Sí. Y  los  8 de marzo.  Me parece que en eso  son realmente  notorios. Yo  tengo 35  años , voy  a los 8 de marzo  y me  siento  vieja, porque las que están impulsando eso  son las  chiquilinas más jóvenes y nosotros más bien  acompañamos.

Y después también las cuestiones más  ambientales. Los  20 de mayo.  Por ahí cambió lo que más  moviliza  o sensibiliza  a  la gente. Pero yo no  afirmaría  tan  a rajatabla que  no  hay  perspectiva  de movilización. Cambió. Sin dudas”.

 

En los últimos años ha habido un empuje  bastante importante de  partidos políticos de derecha con discursos similares al año  1973. ¿Qué tan  saludable está  la democracia hoy en día como para poder contrarrestar eso?

Javier Correa: -“Siempre  es peligroso  desde el  punto de vista  hasta dónde se respeta la democracia, cuánto quieren  participar del juego democrático  a través del Parlamento y de las  instituciones y de las elecciones  y cuánto  no.

Hay  veces  que tienen muchos  cuestionamientos  al sistema republicano. Un frente que han abierto,  y es muy insistente y sistemático  es la justicia  que convocan constantemente  a descreer, o que la justicia está politizada. Es  peligroso porque es uno poder  de los tres que  tiene el Estado que debe respetarse  y mantener  su independencia.  En  1973 la justicia ya había sido militarizada, pero  era al Poder Legislativo,  a las Juntas  Departamentales  y las dos  Cámaras  a las que se  criticaba.

El otro embate que veo con mucha  preocupación  es  al conocimiento científico donde es muy común, por  diversos temas,  ambientales, el problema del agua que afecta al área  metropolitana de Uruguay donde  hay mucha confusión  donde bueno,  esto dicen algunos, ese descreimiento  a  instituciones legitimadas  y que no están para hacer política partidaria. Eso es preocupante como  cambian las  formas  pero  uno no sabe para dónde  van a agarrar y  si  hay freno  suficiente ante esos embates”.





No hay comentarios:

Publicar un comentario