MINISTRA DE VIVIENDA EXPUSO EN BARBADOS SOBRE LA ESTRATEGIA DE URUGUAY PARA ENFRENTAR EL DÉFICIT HABITACIONAL Y GENERAR CIUDADES MÁS SOSTENIBLES
La ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Tamara Paseyro, junto a la directora de Ordenamiento Territorial (DINOT), Paola Florio, se encuentran participando en la XXXIV Asamblea General de Ministros y Autoridades Máximas de la Vivienda y el Urbanismo de América Latina y el Caribe sobre “Financiando la Transición Urbana: Vivienda, Adaptación al Cambio Climático y Resiliencia”, que se desarrolla en en Bridgetown, Barbados, y que reúne a representantes gubernamentales, instituciones financieras, organismos internacionales, investigadores y especialistas de todo el sector urbano y habitacional.
El objetivo, es intercambiar estrategias que permitan construir ciudades más resilientes y sostenibles; compartir experiencias; identificar soluciones políticas y de financiamiento escalables; y fortalecer la cooperación entre países.
Este miércoles, en su intervención en la Asamblea, la ministra señaló que el escenario habitacional actual de Uruguay plantea un desafío “muy importante” ya que el último censo realizado en el país arrojó que hay más viviendas para el mismo número de personas, pero sin embargo Uruguay continúa con un déficit habitacional.
Explicó que ese déficit no impacta igual en toda la población. “No impacta de la misma forma en la población de ingresos medios y medios altos que en los que tienen ingresos medios y medios bajos, por lo que el reto central es cómo generamos y cómo acompañamos esta forma distinta de habitar para toda la población”, indicó.
Paseyro destacó que Uruguay viene avanzando en marcos regulatorios que permitan recuperar el stock habitacional a través de diversas normativas, con foco en la coordinación interinstitucional y en el trabajo conjunto con los gobiernos departamentales. Remarcó que el país cuenta hoy con un sistema de información “que permite identificar esas vulnerabilidades y anticiparse a los riesgos, como es el caso del Monitor del Sistema Público de Vivienda, el Registro Nacional de Asentamientos Irregulares, la Infraestructura de Información Geoespacial para el Ordenamiento Territorial y el Observatorio Territorial. Esa integración de datos, afirmó, “genera evidencia y nos permite actuar más rápido y mejor”.
La ministra subrayó también la importancia de la articulación entre niveles de gobierno. “Los gobiernos locales son los que están ahí, los primeros que están en el territorio. Y desde el el gobierno nacional tenemos que trabajar en conjunto”, dijo.
Mencionó también el rol del sector privado y de los organismos internacionales para ampliar las fuentes de financiamiento, ya que solo con los presupuestos públicos “no es suficiente”.
En relación con las políticas que Uruguay implementará durante este período de gobierno, Paseyro recordó que la actual administración asumió el pasado 1° de marzo, por lo que este primer año ha implicado el diseño de la estrategia habitacional del quinquenio.
En este marco, compartió dos líneas de acción centrales: La primera consiste en el alquiler social, orientado a asegurar la permanencia de familias en viviendas ya existentes. En ese sentido, destacó que, según datos del censo, las familias de ingresos bajos hoy tienen comprometido más de un 37% el alquiler, lo que afecta su acceso a otras necesidades como educación y salud.
En ese sentido, el subsidio parcial que brinda el ministerio, busca prevenir situaciones de informalidad o ingreso a asentamientos. “Si esas familias no pueden sostener el alquiler, lo que hacen es ir al alquiler informal, con todo lo que eso conlleva, o van a un asentamiento”, indicó.
La segunda línea, contó, es la rehabilitación de viviendas existentes.
Sobre eso, Paseyro explicó que muchas familias poseen inmuebles heredados o vacíos, que están deteriorados, pero que no cuentan con la capacidad económica para repararlos.
Por ello, desde el MVOT, se planea que a través de préstamos accesibles, esas familias puedan arreglarlas esas viviendas y volcarlas al mercado, beneficiando tanto a las familias como al Estado, que podrá disponer de nuevas unidades habitacionales para quienes las necesitan.
Por último, la ministra resaltó que la política de vivienda es una política de Estado, y valoró los aprendizajes acumulados por distintos gobiernos y la necesidad de abordar la informalidad urbana “de una manera integral”.
Recordó que los asentamientos expresan “desigualdades históricas”, pero que también concentran “una enorme capacidad de organización y resiliencia social”.
“Las políticas urbanas tienen que dialogar con las comunidades para asegurar transformaciones sostenibles”, concluyó la jerarca.
