sábado, 25 de agosto de 2012


Uruguay tiene carencias en el combate del micro tráfico de drogas, especialmente pasta base

 

 
*Dr. Jorge Díaz, Fiscal de Corte: “Está demostrado que las metodologías  utilizadas en el tráfico de la pasta base de cocaína y la cocaína son sustancialmente distintas”.
 
 
MERCEDES
ALDO DIFILIPPO
 
 
El Dr. Jorge Díaz, recientemente designado Fiscal de Corte, y Procurador General de la Nación, visitó la fiscalía de Mercedes en una recorrida que viene realizando por el interior del país. Su figura cobró notoriedad pública cuando estuvo a cargo del Juzgado del crimen organizado, donde entre otros sonados casos, tuvo a su cargo el desbaratamiento de varias organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico. En diálogo con Centenario se refirió a este tema, a las redes de micro tráfico de pasta base, una nueva modalidad delictiva, a los delitos relacionados a la explotación sexual infantil y  aunque prefirió no pronunciarse públicamente   también a la baja de imputabilidad de los menores infractores. Limitándose recordar que Uruguay ratificó convenciones internacionales “con las cuales asumió obligaciones  que debería tener presente a la hora de  modificar su legislación local”.
 
 
Ud. estuvo a cargo del Juzgado del crimen organizado. ¿Uruguay tiene que cambiar su legislación para combatir el narcotráfico?
-Nosotros tenemos que apostar muy fuertemente a instaurar una nueva metodología  en la investigación y represión del narcotráfico.  Hay una propuesta de trabajo importante que se hizo a nivel del Juzgado del crimen organizado  que funcionó eficientemente. Creo que la carencia que tiene Uruguay hoy día en materia de combate al narcotráfico es en el micro tráfico. Concretamente el de pasta base  de cocaína. Está demostrado que las metodologías  utilizadas en el tráfico de la pasta base de cocaína y la cocaína son sustancialmente distintas. Incluso las metodologías de tráfico  de cocaína y marihuana también son distintas. Usted nunca va a encontrar un cargamento de pasta base de 100 o 200 quilos. Los más grandes son de  34 o 35 quilos,  porque tiene una metodología de trabajo distinta.  Se hacen pequeños cargamentos y en forma sistemática. Eso dificulta. Quizá sea mas fácil  encontrar una mula (persona que transporta  droga para  un distribuidor, algunas veces camuflada en su cuerpo), o de automóviles debidamente acondicionados.
Pero cada vez que intercepta un cargamento o una mula incauta una pequeña cantidad  que para la organización no es un daño mayor, y a veces es difícil relacionarlo con los demás miembros. Muchas veces se hace a través de escuchas telefónicas, que ahí hay un problema porque nosotros tenemos cárceles que no tienen un bloqueo de los  teléfonos celulares. Entonces, por ejemplo en crimen organizado hubo individuos que en tres años los procesamos tres veces. Lo procesábamos, salía y volvía a la misma cárcel donde estaba. Ese es un debe que tiene Uruguay, el de trabajar en algún establecimiento de reclusión para determinados  sujetos que deberían tener bloqueo electrónico de celulares. Porque  impedir que un celular ingrese a una cárcel  ya a esta altura parece como medio imposible. Entonces bueno, aunque los tengan si no los pueden utilizar sería  la forma de impedir que existan ese tipo de comunicaciones.
Ahí creo que está la dificultad más grande, en combatir el micro trafico. Sin embargo el  macro trafico, el que apuesta a sustancias  como  cocaína que mayoritariamente no van a consumo local  sino para  su exportación a Europa, creo que hemos tenido éxito. Hemos desbaratado  organizaciones de narcotraficantes muy importantes  de distintas nacionalidades. Hoy en el Penal de Libertad  hay una  especie de Naciones Unidas: hay  suizos, serbios, croatas,  peruanos, colombianos uruguayos,  argentinos, chilenos,  mexicanos; todos por narcotráfico.
La experiencia que nosotros tuvimos en el Juzgado del crimen organizado  es de un éxito importante. Pero  mientras  la droga dé los márgenes  de ganancias  que da, es difícil combatirla porque siempre va a existir la expectativa  o la  esperanza de hacer un negocio.
 
¿Cómo ubica a Uruguay con respecto al narcotráfico de la región?
-Uruguay es un país que ofrece condiciones logísticas magníficas por las características de su población, por  la facilidad de los medios de comunicación,  por el puerto. El gran narcotraficante es un empresario. Lo que busca es cómo hacer su negocio con el menor riesgo posible. Hay que sacar el producto de Bolivia, Ecuador y Perú, y colocarlo  en el mercado  donde se paga mejor Europa, o Estados Unidos. Entonces ese trasiego del país de origen al destino final es una determinación que la deben hacer buscando asumir la menor cantidad de riesgo posible. Uruguay es un país tranquilo. En principios no hay riesgos de  enfrentamientos armados de bandas. Tiene buenos medios de comunicación, un puerto libre, una serie de características que lo tornan atractivo para la circulación. Hemos cerrado  varios pasajes, el problema que se cierra uno y se abre otro.
 
¿Y esta zona del país en particular? Porque el Observatorio de criminalidad del Ministerio del Interior ubica a Soriano como zona de tránsito de la pasta base.
-No le quepa a Ud. la menor duda que es así. Porque la pasta base de cocaína viene básicamente de Perú, Bolivia, y del norte argentino; y de ahí a Uruguay.
Hay algo de tráfico por la frontera brasileña, pero el tráfico grueso  es por la zona del litoral.
 
Hay un tema que se habla poco, la explotación sexual infantil. ¿Cuál es la situación uruguaya?
-Hay  lugares del país con situaciones complejas. Es un proceso en el cual  Uruguay   en los últimos años integra la agenda pública. Uruguay ratificó la Convención de Palermo, tipificó los delitos de trata y trafico, que no existían. Tenemos procesamiento por trata y por tráfico. Se han investigado redes. Nosotros planteamos en la comisión  de la Cámara de diputados  que se nos había asignado competencia a nivel nacional, y planteamos que desde Montevideo solamente dos juzgados  y con una fuerza policial reducida no podíamos  dar respuesta  a todos los casos que se planteaban. Ahora se produjo  una modificación legislativa y la competencia la tienen los juzgados locales. Creo  que es un tema sobre el que hay que trabajar y mucho, porque no nos olvidemos que tenemos solamente el 7% de  la población menores de 7 años. Los niños, niñas y adolescentes son un  bien escaso  en el país, que deberíamos tratar de cuidar.
 
¿Qué lugares son los más complejos?
-Déjeme guardarme la respuesta. No quiero estigmatizar ningún lugar del país, ni obstruir ninguna investigación  que pueda estar en curso.
 
Como consecuencia de algunos casos policiales de los últimos meses se ha vuelto a instalar en el país la polémica si  es conveniente o no bajar la edad de imputabilidad de los infractores.  ¿Qué opina Ud. al respecto?
-Para los adolescentes de 13 a 18 años existe un sistema  penal juvenil. De 18 años en adelante el régimen penal común. Son decisiones que tiene que tomar el sistema político donde es establece el límite de la imputabilidad, y sobre todo  cuáles son las sanciones que se aplican en los distintos  grados.  Lo que Uruguay no puede olvidar  que  ya ratificó convenciones internacionales  con las cuales asumió obligaciones  que debería tener presente a la hora de  modificar su legislación local. Porque podría llegar a ocurrir que se apruebe alguna legislación local que sea contraria  a  compromisos internacionales que el país ha asumido. Ahí podemos llegar a tener un área de conflicto. Dentro de ese contexto hay que manejarse.
Las decisiones son de naturaleza política. Yo preferiría no ingresar en el detalle  si más menos 18 años.  El legislador deberá tomar una decisión y  la tendrá que tomar, espero en base a criterios científicos. No es  fácil. Establecer un límite etario siempre es complicado, siempre vamos a encontrar uno que esté por debajo del límite etario  que tenga mayor grado de madurez, y vamos a encontrar otro por encima  que tenga un menor grado. Siempre  el establecimiento de un límite fijo  implica  cierto grado de arbitrariedad.
 

 

PERIODICO CENTENARIO, 22/agosto/2012
 
 

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