Se contagió un pobre,
ahora sí
el Coronavirus es un
riesgo social
La emergencia sanitaria
se decretó el 13
de marzo pasado, transcurrieron
42 días, 563 infectados en 9
departamentos en la actualidad, pero tuvo que contagiarse un pobre para que se generara la alarma en las autoridades.
(por Aldo Roque Difilippo)
Está claro que para algunas formas
de razonamiento los
pobres contagian. Son muchos, no siempre visten bien y tampoco
siempre hablan bien, o por lo menos lo “bien”
que la gente de bien quisiera que hablaran. Y cuando se enferman
contagian más que los que no son tan pobres. Está claro que para algunas formas
de razonamiento, hay enfermedades de
ricos y enfermedades de pobres. No es lo mismo ser drogadicto
que adicto a sustancias prohibidas. No es lo mismo robar que
apropiarse de lo ajeno. Todo
depende del lugar donde uno se encuentre.
Y el Coronavirus se
instaló en el país el 13 de marzo, y no lo hizo en un barrio
pobre, en una casucha semi derruida, y
tampoco tenía el rostro sucio o los cabellos desalineados.
Más bien todo lo contrario entró por
el lado “bien” de la
sociedad. Y nadie dijo nada. Porque está bien no estigmatizar, es
complejo ponerle cara o
señalar con el dedo a una persona que contrajo una enfermedad; y la información oficial se
ocupó día con día de informar, lo más
genéricamente posible, lo más escuetamente
posible, hasta asépticamente podría
decirse para utilizar un término que linde con lo sanitario.
De acuerdo al último relevamiento, son tantos los
casos positivos confirmados de Coronavirus COVID-19 en todo el
territorio nacional, informó durante 42
días el SINAE. De ese total, tantos ya se recuperaron, tantos fallecieron,
etc.
Así de escueto y así de simple, y cuando algún periodista intentó
profundizar en la información , preguntar sobre algún detalle para ser preciso
y más claro las
respuestas aparecieron con
cuentagotas. Fue así que ante la
insistencia comenzó a detallarse la
cantidad de personal de la Salud afectado por el Coronavirus; y no mucho
más. Hasta este viernes 24 de abril cuando
el comunicado oficial del Sinae dedica
todo un capítulo para explicar que se
constató un caso positivo en el asentamiento El Monarca en Montevideo. Un caso, no todo el barrio pero la redacción
oficial y oficiosa apunta “en relación
al estado de situación en el asentamiento El Monarca”. Nunca
en 42 días desde que se instaló el Coronavirus en el
país el Sinae, o sea el
gobierno, calificó de “estado de situación” por los casos confirmados en el barrio
Carrasco de Montevideo. Ni por el “estado de situación” de
aquellos otros que debiendo cumplir cuarentena ante la sospecha de haber
contraído la enfermedad igualmente se fueron a Punta del Este.
Nunca en 42 días el “estado de situación” en
Carrasco fue tema de preocupación de las
autoridades sanitarias.
Estamos de acuerdo los pobres tienen menos medios para higienizarse, y cumplir con
la cuarentena que requiere la enfermedad para evitar contagios. Estamos
de acuerdo, eso no se discute, que
requieren un acompañamiento especial para que puedan cumplir con las medidas
sanitarias. Pero para el Sinae nunca fue
un “estado de situación” la violación
de la cuarentena en los otros barrios. Hasta ahora las acciones que se desarrollaron en tal o cual barrio del país
no habían sido aspecto para ser
destacado en un comunicado oficial, porque lo central era informar sin
estigmatizar, haciendo foco en lo importante y no en lo superfluo, apuntando la
mira en la enfermedad y su tratamiento y
no en quién la padece. Hasta que se
enfermó un pobre. Será porque los pobres
contagian más.
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