sábado, 25 de abril de 2020


Se contagió un pobre, ahora  sí  el Coronavirus  es  un  riesgo social


La emergencia sanitaria se  decretó  el 13  de  marzo pasado, transcurrieron 42 días, 563  infectados en 9 departamentos en la actualidad, pero tuvo que  contagiarse un pobre para que  se generara la alarma en las autoridades.


(por Aldo Roque Difilippo) Está  claro que para algunas  formas  de  razonamiento  los  pobres contagian. Son muchos, no siempre visten bien y tampoco siempre  hablan bien, o  por lo menos lo  “bien”  que la gente de bien quisiera que hablaran. Y cuando se enferman contagian más que los que no son tan pobres. Está claro que para algunas formas de razonamiento, hay enfermedades de  ricos y enfermedades de pobres. No es lo mismo ser  drogadicto  que adicto a sustancias prohibidas. No es lo mismo  robar que  apropiarse de lo ajeno.  Todo depende  del lugar donde  uno se encuentre.
Y el Coronavirus  se  instaló en  el país  el 13 de marzo, y no lo hizo en un barrio pobre, en una casucha  semi derruida, y tampoco  tenía  el rostro sucio o los cabellos desalineados. Más  bien todo lo contrario entró   por  el lado “bien”  de la sociedad.  Y nadie dijo nada. Porque está  bien no estigmatizar,  es  complejo  ponerle  cara  o señalar con el dedo a una persona que contrajo una  enfermedad; y la información oficial  se  ocupó  día  con día de informar, lo más genéricamente  posible, lo más  escuetamente  posible,  hasta asépticamente  podría  decirse para utilizar un término que linde  con lo sanitario.
De acuerdo al último relevamiento, son  tantos los  casos positivos confirmados de Coronavirus COVID-19 en todo el territorio nacional, informó durante  42 días  el SINAE. De ese total,  tantos ya se recuperaron, tantos fallecieron, etc.
Así de escueto y así de  simple, y cuando algún periodista intentó profundizar  en la  información , preguntar  sobre algún detalle para  ser preciso  y más  claro  las  respuestas  aparecieron con cuentagotas. Fue así que ante  la insistencia  comenzó a detallarse la cantidad de personal de la Salud afectado por el Coronavirus; y no mucho más.  Hasta este viernes  24  de  abril  cuando el comunicado oficial del Sinae  dedica todo un capítulo para explicar que  se constató un caso positivo en el asentamiento El Monarca en Montevideo.  Un caso, no todo el barrio pero la redacción oficial y oficiosa apunta  “en relación al estado de situación en el asentamiento El Monarca”.  Nunca  en 42  días  desde que se instaló el Coronavirus en el país   el Sinae, o  sea  el gobierno,  calificó de  “estado de situación”  por los casos confirmados en el barrio Carrasco de Montevideo. Ni por el “estado de situación”  de  aquellos otros que debiendo cumplir cuarentena ante la sospecha de haber contraído la enfermedad igualmente se fueron a Punta del Este. 
Nunca en 42 días el “estado de situación” en Carrasco fue tema de preocupación de  las autoridades sanitarias.
Estamos de acuerdo  los pobres tienen  menos medios para higienizarse,  y cumplir con  la cuarentena que requiere la enfermedad para evitar contagios. Estamos de acuerdo,  eso no se discute, que requieren un acompañamiento especial para que puedan cumplir con las medidas sanitarias. Pero para el Sinae  nunca fue un “estado de situación”  la violación de  la cuarentena en los otros barrios.  Hasta ahora las acciones que se  desarrollaron en tal o cual barrio del país no habían sido  aspecto para ser destacado en un comunicado oficial, porque lo central era informar sin estigmatizar, haciendo foco en lo importante y no en lo superfluo, apuntando la mira en la enfermedad y  su tratamiento y no en quién la padece.  Hasta que se enfermó un pobre. Será porque  los pobres contagian más.



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