sábado, 20 de septiembre de 2014

Según CAinfo
El manejo arbitrario de la publicidad  oficial, una  presión suave pero “hasta más efectiva” a la libertad de expresión


MERCEDES
ALDO DIFILIPPO


CAinfo (Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública) promueve la creación de un monitoreo permanente de los medios de comunicación para   detectar  casos de presiones a los profesionales que trabajan en ellos. El periodista Fabián Werner (que tiene a su cargo el  Área Libertad de Expresión CAinfo) dialogó con Centenario sobre esta iniciativa que se instrumentará en los próximos meses y sobre  las percepciones de las que se parten en cuanto a la libertad de expresión en nuestro país.


¿Por qué los periodistas no discutimos de periodismo?
-Durante mucho tiempo en Uruguay predominó la idea de que los periodistas no deben hablar de otros periodistas. Y me  parece que esa costumbre, que no comparto, generó un grave problema que es que los periodistas no  intercambian opiniones sobre el ejercicio profesional. Creo que  una de las consecuencias de eso es que durante mucho tiempo Uruguay no tuvo un Código de Ética periodística, no tuvo  discusión sobre práctica profesional, no hubo mecanismos de autorregulación que permitieran  que los periodistas generaran ámbitos de discusión.  Eso se disimuló durante muchos años mientras hubo redacciones grandes y potentes de medios importantes donde había 50 o 60 periodistas que trabajaban todos juntos. Entonces esas discusiones se  daban en esos ámbitos. Hoy  que hay redacciones más reducidas  y que mucha gente trabaja desde sus casas,  se empezó a notar ese problema. Creo que hay una dificultad importante también en cuanto a los contenidos de la currícula de las universidades que enseñan periodismo. Recién hora están empezando a surgir materias que ponen en cuestión la práctica profesional, los dilemas de la profesión. Eso es muy bueno pero recién ahora están entrando en el mercado de trabajo periodistas egresados de las universidades que han tenido por lo  menos la posibilidad de discutir esos temas.
Creo que  todavía seguimos teniendo esa gran carencia, sobre todo los periodistas profesionales que tenemos más de 10 años de ejercicio. La existencia del Código puede hacer que empecemos  a disminuir un poco el recelo que existe entre los periodistas y empecemos a discutir más esas cuestiones. En otros países ocurre desde hace mucho tiempo, tienen  Códigos de ética, y tienen hasta colegios profesionales. En Uruguay no hay, y me parece que ha llegado el momento que los periodistas superemos  esa posición y empecemos a discutir mucho más de cómo  estamos ejerciendo la profesión, cómo podemos  hacer para mejorarla y cómo podemos lograr que le llegue una mejor calidad de información a la gente; que en definitiva es la razón por la cual hacemos periodismo.


Se va a promover el monitoreo de los medios de comunicación. Las presiones o agresiones que sufren los periodistas  y los trabajadores. ¿Cuál va a ser la característica de ese trabajo?
-CAinfo integra desde hace un año aproximadamente una red mundial de  protección a periodistas y defensa de la libertad de expresión, que se lama Aifex, y participando de esa red, intercambiando con organizaciones de otros  países nos dimos cuenta que Uruguay era uno de los pocos países de la región que no tenía un monitoreo de amenazas a la libertad de expresión. Entonces le planteamos a Aifex la idea de iniciar este proyecto. La idea es generar una red de colaboradores en todo el país que nos permita estar al tanto de cuando surge  un caso de  atentado a la libertad de expresión. En primer lugar para registrarlo, pero también con la idea de poder ayudar a los periodistas y los medios  que se sientan amenazados en incluir esa  información en una memoria anual. La primera edición se va a presentar el año que viene, en el mes de mayo, coincidiendo con el día mundial de la libertad de expresión. Además la idea que tenemos es generar una plataforma en Internet que permita que periodistas, medios de comunicación, y la población en general haga denuncias directamente cuando detecte  algún caso de violación al derecho de libertad de expresión, cuando haya impedimento a acceder a la información pública, o cuando haya manejo arbitrario de la publicidad oficial que son todos aspectos que están contemplados en el monitoreo.
Si nos comparamos con otros países de la región  o del mundo Uruguay está mucho mejor. Por suerte no tenemos ni periodistas asesinados, ni desaparecidos, ni secuestrados, ni agredidos físicamente; pero tenemos otras formas, yo diría que hasta más efectivas de amenazar la libertad de expresión, por ejemplo manejando arbitrariamente la publicidad oficial, obligando a los periodistas a ser condescendientes con políticos, empresarios o gobernantes. Es decir podríamos hablar de amenazas más suaves o difusas, no tan claras y graves como ocurren en otros países. Pero eso indudablemente afecta la calidad de la información que le llega a la  gente
Entonces la idea que tenemos es empezar a reflejar eso en un informe, y empezar a buscar con todos los periodistas y todas las organizaciones de  Derechos Humanos y de defensa de la libertad de expresión del país, maneras de mejorar esos índices, de evitar que esos casos ocurran y en aquellos casos que no podamos evitarlo, ver la forma de perseguir y castigar a aquellos que están amenazando la libertad de expresión.

En algún momento ese monitoreo lo hizo APU. ¿Qué percepción se tiene con respecto a años anteriores? ¿Han aumentado o disminuido las presiones a la prensa?
-APU hizo esa relatoría durante muchísimo tiempo. Nosotros nos basamos un poco en esa experiencia que era más que nada un registro metódico de incidentes. Pero pensamos ir un poco mas allá, porque la idea es  en primer lugar facilitar una plataforma para que sea mucho más sencillo  denunciar. Generar una red  que nos permita estar informando de manera más sencilla y rápida y además generar los mecanismos para asistir a los periodistas y a los medios que se sientan amenazados. Sería como avanzar un poco más en aquel trabajo tan bueno  que hizo APU durante mucho tiempo.
En principio te diría que estamos un poco mejor que hace unos años.  Han dejado de existir llamadas masivas de políticos y gobernantes a medios de comunicación para incidir en las coberturas. Si bien hemos tenido algún incidente aislado por estos días, no es algo sistemático como ocurría en los primeros gobiernos a la  salida de la dictadura, que había personas que  se dedicaban a llamar  a los medios de comunicación para incidir en las coberturas. Eso  ya dejó de pasar, por suerte. En ese sentido estamos mejor. Sin embargo no hemos dejado de tener noticias de  medios que se sienten presionados por el manejo discrecional de la publicidad oficial, porque entre otras cosas no hay una ley de publicidad oficial en el Uruguay. En el último tiempo han aparecido, con una presencia preocupante, casos de jueces que  citan a periodistas por juicios de difamación o para obligarlos a revelar sus fuentes. Incluso desconociendo leyes que están vigentes. Eso no sólo implica un riesgo para la libertad de expresión, sino que genera una preocupación a nivel de cuál es la capacitación que tienen los jueces hoy en el Uruguay en materia de acceso a la información y libertad de expresión. Porque también tenemos noticias de jueces que están negando el acceso a información pública, aceptando excepciones que interponen organismos del Estado sin justificación. Y eso también es una violación a la libertad de expresión. Entonces te diría que en muchos aspectos estamos mejor, pero hay muchos aspectos en los que deberíamos estar un poco mejor.




PERIODICO CENTENARIO, 20/SETIEMBRE/2014

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