Alcohol: la principal droga consumida por los jóvenes deportistas
*Programa Pro Deporte, busca capacitar a técnicos, entrenadores, profesores de educación fìsica y referentes locales para detectar posibles casos de consumo de drogas.
MERCEDES
ALDO DIFILIPPO
Se realizó en Mercedes una charla del programa Pro Deporte destinada a directores técnicos, profesores de educación física y personas que trabajan con jóvenes con el objetivo de brindar herramientas para detectar posibles casos de uso indebido de drogas. Este programa, dependiente de Presidencia de la República a través de la Secretaría Nacional de Drogas, viene implementándose en todo el país, a través de charlas y conferencias, en virtud del acuerdo firmado con la Asociación Uruguaya de Fútbol, la Federación Uruguaya de Básquetbol, la Organización del Fútbol del Interior, y las Secretarías de Deporte de las intendencias.
Próximamente una actividad similar se realizará en Rodó, a cargo de Favio Ottonello y el Prof. Prof. Leonardo Palmer.
Pro Deporte: Favio Onetto (izquierda) junto al Prof. Leonardo Palmer antes de la charla dictada en Mercedes. |
Fabio Ottonello en diálogo con Centenario comentó que estos talleres están destinados a “capacitar entrenadores, preparadores de Educación Física, referentes de espacios y clubes deportivos que trabajen con jóvenes comprendidos entre los 13 y los 18 años”. Con el objetivo de prevenir “el uso indebido de drogas” dándole “a los entrenadores una herramienta de trabajo que quizá hasta el día de hoy no tenían”.
¿El objetivo es detectar posibles casos de drogadicción?
-Claro. Es un tema que abarca a todo el país. En cada barrio, en todas las localidades, se dan situaciones similares.
Habitualmente se dice el deporte es una de las herramientas para combatir el flagelo de la droga. ¿Cuál el problemática más habitual que Uds. encuentran en cuanto al consumo de drogas en los deportistas?
-El deporte es salud, pero no es ni una solución ni una salvación, por algo aparecen doping positivos permanentemente en deportistas profesionales de primera línea. De ahí la inquietud y la iniciativa de parte de Presidencia de forjar una herramienta para encararlos. Se fueron dando doping positivos en deportistas de más de 30 años, después de 20, y los últimos fueron de 17 y 18 años. Cada vez mas jóvenes, y fundamentalmente los casos de doping que aparecieron fueron drogas sociales. En los últimos tiempos muy rara vez se ha dado la aparición de una droga que eleve el rendimiento deportivo. Han sido drogas que nosotros llamamos consumo social: marihuana, cocaína, que habitualmente en los boliches y en la noche es muy fácil acceder.
Que no elevan el rendimiento del deportista sino que lo afectan.
-Exactamente. Todo lo que ha aparecido en el último tiempo como doping positivo en deportistas ha sido fundamentalmente esas dos drogas.
Si me preguntás cuál es el principal problema de los jóvenes, sin dudas que el alcohol. La droga más consumida de acuerdo a una encuesta realizada por la Junta Nacional de Drogas, que da como inicio de consumo 12,8 años. Estamos hablando de botijas de menos de 13 años que ya tienen su primer cuadro alcohólico. Una droga que hoy, lamentablemente vemos en cualquier plaza de Montevideo, en cualquier esquina de barrio del interior: la barrita de botijas que consumen alcohol.
Los botijas capaz que mañana tienen un partido importante, pero a la noche tiene un cumpleaños de 15. Capaz que se maman, que se exceden en el consumo de alcohol y al otro día juegan igual. Seguramente el rendimiento no va a ser el mejor, pero si hay un control anti doping el alcohol en el organismo no aparece. El doping controla otro tipo de droga.
Existe un deporte de alta competencia y otro recreativo. Los amigos que se juntan a jugar a algo, pero muchas veces ese aspecto se ha trastocado porque ya desde el Baby fútbol se le está exigiendo rendimiento a ese futuro deportista. ¿Eso incide en el consumo de drogas en el deportista?
-Va en la conciencia del deportista, por sobre el tema de la edad. Va mucho en el entorno. En el caso del Baby fútbol es también el padre o la madre que le exigen, o el entrenador que quiere sea un crack el día de mañana. Cuando sabemos que menos del 1%, llega realmente. La Organización del Fútbol Infantil hizo una encuesta y ha comprobado que de los miles de botijas que juegan en el Baby fútbol, menos del 1% llega a competir a nivel profesional, y son menos los que consiguen el famoso pase a Europa para salvarnos.
La exigencia sin dudas que hay que tenerla en cuenta pero fundamentalmente en la edad que están los chiquilines del Baby fútbol, o a partir de los 12 o 13 años por encima de integrar un grupo, estar afiliados a un Club y competir, está el aspecto lúdico que nunca se puede perder. Creo que ahí se debe encaminar el trabajo por parte de los profesionales que trabajan con niños.
PERIODICO CENTENARIO, 31/MARZO/2012
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